Conocer la Palabra de Dios de manera apropiada, para recibir la revelación de Cristo

Conocer la Palabra de Dios

Debemos conocer la Palabra de Dios. Ésta puede quedar escondida o cerrada cuando nuestra experiencia de Dios es pobre o cuando recibimos la Palabra de manera inadecuada, usando únicamente nuestra mente natural, como cuando leemos un libro común, en lugar de ejercitar nuestro espíritu. Por otro lado está la cuestión técnica de las palabras, su origen y el contexto. Por último podríamos mencionar nuestro entorno. Esto lo podemos ejemplificar mediante la siguiente pregunta: “¿Cuánta revelación de la Verdad -no cuántos datos en la mente-, cuánto conocimiento de los idiomas generales y qué nivel de practicalidad apropiada tienen los creyentes a nuestro alrededor, y aquellos a los que tenemos acceso?

Estudiar la Biblia

El primer elemento para estudiar la Biblia con provecho sigue siendo que seamos las personas apropiadas. Además debemos contar con traducciones fiables, una visión espiritual, exposiciones sólidas y una práctica genuina. En este sentido el Señor se ha estado moviendo, especialmente en los últimos siglos. Muchos queridos santos, siguiendo la dirección divina, han estudiado la Biblia, la han traducido, anotado y expuesto el texto para nuestro beneficio y satisfacción de Dios en el cumplimiento de Su propósito. Necesitamos recibir la Palabra de Dios, siempre en los términos establecidos por el Autor, manteniendo el énfasis en Su énfasis, teniendo un entendimiento espiritual según Su entendimiento, para experimentarlo y para alcanzar Su meta. Nuestro discernimiento -debemos tenerlo- sólo debe conducirnos al Autor mismo, experimentarlo a Él en el curso de nuestra lectura y estudio. Debemos alejarnos de las interpretaciones privadas (2P 1:20).

A partir de nuestra lectura de la Palabra

Cuando leemos la Biblia no es admisible que produzcamos una versión personal. Tampoco debemos crear una tradición, sobre la base de aquello que Dios nos ha mostrado. En ese caso nos detendremos y estorbaremos a Dios en Su avance. Debemos conocer el texto y lo que está en Su esencia, al tener comunión con el Autor, sin caer en el peligro de creer que hemos llegado ya a la meta. 

Una advertencia

Sabemos que hoy no está de moda interpretar un texto en concordancia con el interés del autor. Esto lo digo en general, aunque también con relación a la Biblia. La cultura dominante hoy entiende que la conclusión propia de cada lector es lo importante y que la intención del autor es de valor secundario, ya que ésta está “atrapada» a menudo en un contexto cultura diferente de aquel en que se encuentra el lector actual.

Hemos de preguntar al Señor siempre: “¿Qué estás diciendo aquí? ¿Qué significa esto? ¿Cual es Tu propósito aquí?” Nunca la pregunta debe ser: “¿Qué significa esto para mi? ¿Según yo mismo -u otra persona-, qué significa este pasaje? ¿Cuál es el significado particular de esta porción para mí?” Este subjetividad conduce al relativismo. Entonces Dios queda fuera, la Palabra queda vacía y se convierte automáticamente en un asunto personal. Este no es el camino de Dios.

Todavía

Nosotros los cristianos todavía tenemos el mandamiento, la obligación y la necesidad de conocer la Palabra de Dios. ¿Cómo? Conociendo al Autor, Quien es el Origen del texto (2Ti 3:16). Dios mismo es la Palabra (Jn 1:1). Su Palabra es Espíritu y es vida (Jn 6:63). Debemos acercarnos a la Palabra de manera apropiada, en la comunión apropiada (1Jn 1:2-3; Hch 2:41-42; 2Co 3:14), con oración (Ef 6:17-18) para recibir la luz de Dios (1Jn 1:5-7) sin la cual estaremos en tinieblas, la limpieza y purificación necesarias de la sangre del Señor (1Jn 1:7), permaneciendo en el Señor (Jn 15:5) para llevar fruto y ser contados como discípulos del Señor (Jn 15:8). La Biblia es un libro único en vario sentidos. Es Espíritu y es vida, es la leche espiritual (1P 2:2), es nuestro pan de vida (Mt 4:4), nuestro alimento para comer (Jer 15:16) y es Dios mismo (Jn 1:1, 14).

Además, nuestra fe cristiana está contenida en ella. Aquí nos referimos no al acto de creer, sino al conjunto de las verdades fundamentales que recibimos y sobre las que nos sostenemos, la fe objetiva. Este es el contenido de la economía de Dios (La administración de Su Casa -Su familia-, Su dispensación), que también es el contenido del evangelio completo de Dios. Esta fe se menciona en 1 Timoteo 1:4, 19; 2:7; 3:9, 13; 4:1, 6; 5:8; 6:10, 12, 21, en 2 Timoteo 3:8; 4:7 y en Tito 1:1, 4, 13.

Nuestra experiencia espiritual adquiere forma, dirección y fundamento en las Escrituras, y aún nuestra comunión se hace real en ellas, no basta que sea entre nosotros hoy y con Dios, sino que además debe ser con los apóstoles (1Jn 1:3; Hch 2:41-42). Por ello es importante que tengamos una relación con la Palabra que sea apropiada.

A Timoteo -a nosotros

En 1Ti 4:6-9 el apóstol Pablo le dice a Timoteo que su desempeño y aprobación como ministro de Cristo Jesús depende de que exponga “estas cosas”, descritas como palabra fiel y digna, como resultado directo de estar nutrido con las palabras de la fe y de la buena enseñanza que él siguió con fidelidad, desechando los mitos y ejercitándose para la piedad. Trazar bien la palabra de verdad.

En 2Ti 2:15, el apóstol Pablo usa el término “trazar”. Éste está relacionado con la habilidad proveniente de la práctica de la verdad, el conocimiento fiel de las enseñanzas, al estar nutrido con ellas y el don recibido. ¡Hemos de comer Su Palabra!

¡Hemos de ejercitarnos para la piedad!

Todos tenemos que presentar la verdad aprendida de una manera diestra, exacta y fiel. Esto excluye los generalismos excesivos. También deja fuera el hacerlo por nosotros mismos, usando sólo ideas y conocimientos, sin estar alimentados y constituidos con la Palabra de verdad. Necesitamos presentar la verdad a la manera de ministrar el Cristo que hemos experimentado, y del cual hemos sido llenos, siguiendo Su dirección. Si esto descuidamos seremos ligeros y superficiales. No estaremos expresando a nosotros mismos. ¡Cuánto necesitamos trasmitir la verdad a la manera de revelación, ministrando a Cristo para alimentar a otros con el Pan adecuado, según el énfasis apostólico y divino para alcanzar la meta de la economía de Dios.

 Ser como Dios, expresar a Dios. La vida cristiana debe ser una vida que exprese a Dios y que tenga la semejanza de Dios en todas las cosas (Ti 2:10; 3:16; 4:7, 8; 5:4; 6:3, 5, 6, 11; 2 Ti 3:5, 12; Tit 1:1; 2:12).

La Palabra es el mismo aliento de Dios; es Espíritu y es vida

Toda la Escritura es inspirada. Toda la Escritura es inspirada por el aliento de Dios (2 Ti 3:16), exhalada desde el mismo ser de Dios. Toda la Biblia es la inspiración de Dios al hombre, la transmisión de todo lo que Dios es, el hablar de Dios, el Espíritu de Dios y la vida de Dios (Jn 6:63).  En ella se encuentra el elemento mismo de Dios (Jn 4:24). Ningún cristiano genuino puede decir que ciertas porciones de la Biblia tienen un origen diferente a otras, porque toda la Escritura fue dada por Dios a los hombres, así que en su totalidad es la transmisión de Dios, quien se da a conocer a los hombres. En este proceso intervinieron hombres diferentes, y aún fueron usados idiomas diferentes pero esto no afecta al hecho de que es Palabra de Dios, aliento de Dios…  [ Leer artículo completo ]

Fuente: Apuntes de un cristiano

Las líneas en la Palabra de Dios

Consideramos que en la Biblia hay tres líneas de la Verdad, que corren simultáneamente a lo largo de la revelación divina en las Escrituras: La línea central, que es “el tronco”, la línea de los puntos suplementarios y la línea de “las hojas y las ramas”. La ilustración del árbol es muy útil pues nos sirve de guía práctica con respecto a las tres líneas. Hemos orado mucho estos puntos presentados y hemos disfrutados al Señor en ellos. Hemos sido cargados con respecto a nuestra interpretación de la Palabra y nuestra visión ha sido enriquecida, pues hemos sido expuestos en nuestra carencias, en nuestros conceptos y nuestras opiniones. ¡Cuánto necesitamos de la luz de Dios cada día para ver! No necesitamos tanto acumular conocimiento ni pasar mucho tiempo en debates sobre asuntos doctrinales en la Palabra, ni defender mucho aquellos puntos que preferimos frente a los santos, sino abrirnos al Señor en Su Palabra para tener revelación y llegar a tener una visión que nos guíe, nos sustente y nos guarde en Cristo para servirle al Dios Triuno. Podemos orar:
«Señor, gracias que abres Tu Palabra a nosotros. Gracias que nos expones en Tu luz para continuar siendo transformados contigo y conformados a Tu imagen. Gracias que hoy Te intensificas para llevar adelante Tu propósito en un medio difícil. No queremos centrarnos en nuestros conocimientos que sabemos que envejecen. Llénanos para ser vivientes cada día. Pon en nosotros necesidad de Ti. Queremos gustar de Ti y ser llenos de Ti para permanecer en Ti. No queremos encontrarnos en Tu contra por causa de nuestra vejez y ceguera. Ten misericordia de nosotros. Gracias que hoy nos hablas y nos equilibras. Gracias que hoy nos redarguyes y nos instruyes en justicia. Gracias por Tu Palabra que Te revela. Sigue impartiéndote en nosotros. Queremos que hoy sea nuestro día uno. Amén«
En un árbol el tronco es el sostén de la estructura y el canal central de suministro. Es el único elemento que está directamente conectado a la tierra y las raíces, de donde el árbol toma lo que necesita para vivir. La línea central es “el tronco” de la revelación de Dios, el centro y el corazón de la revelación bíblica. La línea central debe ser siempre nuestro énfasis y está compuesta por la revelación con respecto a la Palabra de Dios (Jn 1:1; 1Jn 1.1), el Dios Triuno (Mt 28:19; 1Co 13:14), la economía de Dios (1Ti 1:4; Ef 1:10; 3:9), el Cristo todo-inclusivo (Jn 1:1,14; 1Co 15:45; 2Co 3:17-18), el Espíritu vivificante (Hch 16:7; Ro 8:9-11; Fil 1:19; Ef 4:4; 1Co 12:13), el Cuerpo de Cristo y la Nueva Jerusalén (Ap 21:2). Nuestro equilibrio, la experiencia que tengamos del Señor y el tipo de frutos que llevemos DEPENDERÁ de la manera en que veamos, tomemos y recibamos Su hablar, Su Palabra, hoy; de la forma en que tratemos esta línea central en nuestra enseñanza y al recibir a los creyentes, y del grado de nuestra apertura al Señor para que Él siga impartiendo en nosotros todo lo que Él es y todo cuanto ha logrado.
En el árbol, tenemos unas ramas principales, que están directamente conectadas al tronco, que son generalmente muy gruesas. Éstas pueden ilustrar y representar la línea de los puntos suplementarios que comprende toda la profecía en cuanto a Cristo, los tipos antiguotestamentarios, la iglesia y el reino, con todos los elementos incluidos. Estas ramas primarias o sub-troncos son tan gruesos y resistentes que si las miramos sin tener en cuenta el panorama completo del árbol, pudiéramos confundirlas con el tronco, pero no, ellas no son el tronco, así que debemos tener cuidado de diferenciarlas bien. Por muy fuertes y resistentes que estas ramas gruesas sean no pueden sustituir al tronco. De hecho son el apoyo, la manifestación, la extensión, el resultado y el complemento del tronco. Ellas tienen su función y su posición específicas en el árbol. ¡No son intercambiables con el tronco, así que tampoco lo son las líneas principales y la de los puntos suplementarios en nuestra interpretación y visión de la revelación divina!
Por último, en el árbol siempre veremos ramas más pequeñas que sostienen porciones pequeñas del árbol, con sus respectivas hojas. Estas corresponden a la tercera línea de la verdad en la Biblia, que son todas las enseñanzas y doctrinas para llevar a cabo los asuntos prácticos, como la manera ordenada por Dios, la Mesa del Señor, la administración de la iglesia, el lavamiento de los pies, el velo de la mujer por causa de la autoridad, guardar ciertos días, el bautismo, entre otros.
La línea de las “hojas y ramas” son manifestaciones de la naturaleza orgánica de las otras líneas. Sólo existen por causa de / sostenidos por el tronco y los puntos suplementarios, y como expresiones de éstos. Hay tres puntos que nos han impresionado mucho en relación con las revelaciones menores en la Biblia y son:
1- “Debemos usar estos asuntos, sin ser distraídos por ellos”. 2- “Tenemos que aprender cómo aplicar estos asuntos…” para, y sólo para que avancemos en cuanto a la línea central, 3- “pero jamás debemos permitir que ellos se conviertan en nuestra línea central”. Cualquier árbol que quiera invertir o pervertir el orden natural del tronco, las ramas principales de ayuda-sostén del tronco y las ramas pequeñas con sus hojas, no podrá sostenerse, alimentarse ni sobrevivir. Nosotros como creyentes tampoco podremos seguir adelante y ser verdaderamente uno con Dios si pervertimos la revelación bíblica, que es la manera de Dios. Tomar algunos de las enseñanzas menores y convertirlas en mayores en base a nuestra preferencia es solamente la manera del hombre.
«Señor, guárdanos hoy. Quita los velos de nuestras opiniones e inclinaciones naturales, de nuestras revelaciones pasadas y de nuestros logros. Quita los velos de nuestro saber y de nuestro entender la Palabra. Estamos tan agradecidos por Tu Persona y Tu obra en nosotros. Con gran humildad y necesidad nos acercamos a Ti una vez más. Venimos a por más. Nos volvemos a Ti para ser llenos de Ti y rebozar contigo. Gracias por Tu hablar puro y actual. Aléjanos de las tentaciones de ser individuales y de hacer sólo lo que queremos. Te lo entregamos todo y confiamos en Ti. Amén«

Ref: «Los diez «unos» extremadamente cruciales para edificación del Cuerpo de Cristo»

¡Cristo como la Palabra encarnada de Dios explicó plenamente a Dios, definió a Dios y expresó a Dios!

Cristo es la Palabra de Dios y el hablar de Dios. La Palabra se encarnó para ser un hombre. ¡Esto significa que el hablar de Dios estaba en un hombre! Dios fue expresado, explicado, definido y hecho real para el hombre mediante el Señor Jesucristo. El hombre Jesús es la Palabra de Dios, el hablar de Dios. ¡El expresó a Dios mediante Su vida, Su obra, Su hablar y todo lo que era y hacía! Dios mismo era Su hablar, mediante palabras y obras. Cristo expresó a Dios y habló Dios mediante palabras y acciones. Algunas veces habló con palabras y expresó, definió y explicó a Dios. En otras ocasiones habló con Sus acciones, Sus hechos y Sus logros. ¡Dios mismo como la Palabra de Dios, como Dios expresado y definido estaba en un “tabernáculo humano” viviendo entre los hombres! “La Palabra se hizo carne y tabernaculizó entre nosotros” (Juan 1:14) para expresar a Dios, explicar a Dios y aún definir a Dios de muchas maneras prácticas
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¡Cuando recibimos la Palabra de Dios, Cristo como vida es la luz que brilla dentro de nosotros!

En el comienzo de todo, en la eternidad pasada, antes que el tiempo existiera, estaba la Palabra. “En el principio era la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios” (Jn 1:1). Cristo es la Palabra de Dios como la definición, la explicación y la expresión de Dios. La Palabra es Dios definido, explicado y expresado. Dios es misterioso (nadie lo había visto o conocido) pero Él fue explicado, mostrado, definido y expresado en Su Palabra, que es Cristo mismo. Alabamos al señor porque Dios ya no está escondido. ¡Podemos leer Su Palabra ejercitando nuestro espíritu y podemos ver a Dios expresado, definido, accesible y explicado en Su Palabra! ¡Como definición, expresión y explicación de Dios, la Palabra de Dios es eterna, existente en Sí misma y no tiene comienzo o final! Cristo como el segundo de la Trinidad es la Palabra de Dios, una Persona viviente. Él expresa a Dios, define a Dios y explica a Dios a nosotros. Cuando estaba en la tierra, Él como la Palabra fue tabernáculo entre nosotros (en el griego “tabernáculo” es un verbo en este versículo, no un sustantivo, por eso Él “tabernaculizó” estando entre nosotros) (Jn 1.14) lleno de gracia y de realidad. ¡Él no estaba separado de Dios, sino que, como la Palabra de Dios, Cristo era uno con Dios y lo expresó, lo definió y lo explicó de una manera completa y perfecta! ¡Qué maravilloso lo que Cristo como la Palabra de Dios es para nosotros! Además, tal como vemos en Jn 1:4En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Cristo como la Palabra de Dios está lleno de la vida divina. Él es la vida (Jn 11:2514:6) y Él vino para que nosotros tuviéramos vida y vida en abundancia (Jn 10:10). ¿Donde se encuentra esté Cristo hoy para que nosotros tengamos vida?…

La línea central de la Biblia: ¡El único Cuerpo de Cristo, el organismo del Dios Triuno!

¡Alabado sea el Señor por Su revelación divina en la Biblia! En la Biblia hay muchas cosas, pero hay una LÍNEA CENTRAL, una revelación central. Esto es algo tan básico e importante que todos los creyentes están de acuerdo con ello. ¡En nuestra vida y nuestro servicio necesitamos estar enfocados no en las “hojas” ni en las “ramas” de la economía de Dios, sino en el “tronco”, la línea central de la revelación divina! Asuntos como el lavamiento de pies, el cubrirse la cabeza, la manera en que las personas deben ser bautizadas, el rapto e inclusive prácticas como invocar el nombre del Señor, orar la Palabra, tener reuniones apropiadas en las que todos los miembros funcionan, etc, ¡NO son la línea central de la revelación en la Biblia!
Necesitamos centrarnos en la Palabra de Diosel Dios Triunola economía de Diosel Cristo todo-inclusivoel Espíritu vivificanteel Cuerpo de Cristo y la Nueva Jerusalén. ¡Estamos SEGUROS cuando hacemos esto! ¡Definitivamente edificamos el Cuerpo de Cristo y edificamos a los creyentes cuando hacemos estas cosas y los santos son constituidos con estas verdades!  ¿Qué es EL CUERPO DE CRISTO? ES el Dios Triuno – Él es todas las cosas, la realidad de todas las cosas positivas en el universo, pero Él necesita un organismo, “un contenedor orgánico”, en el cual Su vida pueda ser contenida y a través del cual pueda ser expresada. ¡El único Cuerpo de Cristo es la constitución de la divinidad del Dios Triuno procesado y consumado con la humanidad de todo Su pueblo redimido, regenerado y transformado!… Leer artículo completo en «Un Dios-hombre es un cristiano normal«

La economía de Dios es hacer al hombre igual que Él en vida y naturaleza pero no en la Deidad

El Dios Triuno tiene un deseo en Su corazón (ver Ef 1:5,9) y para cumplir el deseo de Su corazón Dios estableció una economía (Ef 1:10; 3:9), la economía eterna de Dios. Cada día se escribe y se habla mucho sobre la economía humana, que está colapsando aún cuando muchos luchan por levantarla, pero ¿quién se ocupa de la economía de Dios? El Dios que hizo todas las cosas en el cual todas las cosas subsisten, Aquel que es la fuente de la vida y que está sobre todos, por todos y en todos – ¡Él tiene una economía! ¡Si Dios tiene una economía entonces el hombre debe estar en ella! El deseo del corazón de Dios se relaciona con el hombre y está centrado en el hombre, ya que él es la pieza maestra de Su creación. Me encanta la siguiente definición concisa y apropiada de la economía de Dios, aunque es muy simple…

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Read this portion also in English via, God’s economy is to make man the same as He is in life and in nature but not in the Godhead

El Yelmo de la Salvación y la Espada del Espíritu

 
 
¡Oh, Señor, danos luz en esta mañana! ¡Te amamos! ¡Eres nuestra necesidad! ¡Acudimos a Ti con urgencia! ¡Queremos experimentarte! ¡Perdónanos, límpianos con tu sangre, purifícanos y lávanos! ¡Quita todo estorbo, todo lo que se oponga entre nosotros y Tú para recibir Tu Palabra! Esta mañana he estado leyendo Efesios 6:17-18, con mucho detenimiento y oración: 
Y recibid el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, el cual es la palabra de Dios; con toda oración y petición orando en todo tiempo en el espíritu, y para ello velando con toda perseverancia y petición por todos los santos.” 
El hermano Pablo usa términos como coraza, calzado, ceñidos los lomos, escudo y dardos (versículos 14-16), yelmo y espada como descripción. Es importante notar dos cosas en relación con el hermano Pablo: Él tenía carga y urgencia; su hablar trasmite cierto tipo de emergencia y de ahí podemos percibir la importancia que el apóstol le daba a la experiencia práctica y real, y la comprensión espiritual y profunda de los creyentes sobre los asuntos mencionados. Además, él no está haciendo un planteamiento teórico de la Palabra, sino una descripción sobre la base de su experiencia como creyente. Su hablar aquí es muy orgánico, lleno de imágenes, ilustraciones y ejemplos. Sólo podemos describir aquello que vemos claramente. Él estaba abierto al Señor y recibía la impartición de Cristo, Quien es el Dios Triuno como el Espíritu. Todo lo que Dios es, todo lo que Dios hace y todo lo que Dios quiere se impartía en Pablo y él lo recibía de la manera apropiada. Él no sólo tenía revelación sino mucha luz. Podemos decir que él tenía una visión madura y completa de la economía de Dios. Es un modelo práctico para todos nosotros.
Pablo sabía describir perfectamente asuntos como la verdad, la justicia y el evangelio desde la perspectiva del disfrute del creyente porque él era un cristiano que estaba lleno de realidad. Él había experimentado al Cristo todo-inclusivo y maravilloso como todos estos asuntos: La salvación práctica y real; la Palabra de Dios como la espada que vence; la justicia como la coraza que protege, la fe como el escudo que nos mantiene alejados del ataque del maligno y la presteza para predicar el evangelio de la paz. Todo esto era real para él y pudo compartirlo descriptivamente con nosotros, como un verdadero testigo.
En el versículo 17 nos habla del “yelmo de la salvación”. Aquí se refiere a la salvación como un yelmo. El yelmo es un objeto que se usaba como protección de la cabeza. La salvación como yelmo es para “proteger nuestra mente, nuestro intelecto contra los pensamientos negativos inyectados por el maligno”. Cuando Satanás insufla preocupaciones, ansiedades y otros pensamientos debilitantes, necesitamos tomar, es decir, experimentar al Cristo salvador como nuestra salvación directamente contra todo esto en nuestra vida diaria (Jn 16:33).
Luego tenemos “la espada del Espíritu”. La espada es el único de todos los elementos de la armadura mencionados que tiene carácter ofensivo, es decir, que sirve para atacar al enemigo. Es maravillosa la manera en que Pablo habla de la salvación como “el yelmo de la salvación”, y de la Palabra de Dios como la “espada del Espíritu”. 
El yelmo de la salvación es la salvación como yelmo, y la espada del Espíritu es la Palabra de Dios recibida y experimentada (con oración) porque la Palabra es el Espíritu, por ello hemos de recibirla con nuestro espíritu. La salvación experimentada es como un yelmo pues protege nuestra mente de todo aquello negativo que el enemigo nos inserta para debilitarnos y alejarnos del Señor como nuestro centro y nuestra realidad, y la espada con que nos oponemos y vencemos a Satanás es la palabra de Dios experimentada como el Espíritu. Continuará en el próximo artículo.
Disfrute de los versículos mencionados en el Nuevo Testamento versión recobro con las notas correspondientes y el Estudio-vida de Efesios, Living Stream Ministry.

Estamos llegando a ser la casa de Su Gloria al recibir Su impartición diaria en Su Palabra

¡Qué maravilloso – Dios está glorificado en Su iglesia, y la iglesia es la casa de Su gloria! ¡Al estar en nosotros como el Espíritu y la palabra, Cristo es nuestra gloria, nuestra verdadera belleza y esplendor! ¡Cuando entramos en la Palabra de Dios, según dice Ef 5:26-27, estamos siendo purificados, limpiados y lavados para llegar a ser gloriosos! ¡La Palabra de Dios es una Palabra glorificadora – que elimina las manchas y las arrugas – para que nosotros, como la iglesia, seamos santos y sin defecto! ¡Mientras más permanezcamos abiertos al Señor para que Él se imparta de manera continua en nosotros – más será Cristo vida y todo para nosotros por Su impartir a/en nosotros – entonces más gloriosos, embellecidos y lozanos seremos! En realidad Cristo se convierte en nuestra gloria y nuestra belleza – nuestra gloria y nuestra belleza son exactamente Él viviendo en nosotros. Al tener en nuestro interior a Cristo como vida, nosotros somos la gloria de Dios y Su belleza – ¡Dios llega a ser nuestra gloria para que nosotros lleguemos a ser la gloria de Dios! ¡De esta manera, Dios y Su pueblo escogido son glorificados mutuamente!…
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Read this portion in English also via, we are becoming the house of His beauty by receiving His daily dispensing in His Word

El significado verdadero del ayuno es dejar de comer de todo excepto a Cristo y comer al Señor como la Palabra Viviente

¿Qué significa ayunar? Desde luego, existe un significado exterior, real y tangible para AYUNAR, que es no comer durante un espacio de tiempo, privarse de ingerir alimentos e incluso bebida. Es bueno ayunar de vez en cuando, cuando nos lo recuerda el Señor –darlo a Él, y cuando Él nos habla, hacerlo por amor a Él y en consagración,¡ayunar para el Señor y delante del Señor! Sin embargo, hay un significado más profundo para el término “ayunar”, que tiene que ver con algo interior, aunque también con lo exterior. El significado verdadero para AYUNAR, según la revelación completa de la Biblia, es ¡no comer nada que no sea el Señor Jesús y no probar nada fuera de Él! ¡Todos necesitamos ayunar – dejar de comer todo lo que sea ajeno a Cristo y solamente comer a Jesús como el pan de vida en Su Palabra! ¡Ante Dios es inicuo obrar para Él sin venir a Él y disfrutarlo, comerlo, tocarlo y recibirlo! ¡Dios no desea que el hombre HAGA cosas para Él, sino que vengamos a Él y lo disfrutemos, lo comamos, lo recibamos y lo toquemos!…
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Read this portion in English via, the real meaning of fasting is to stop eating any other things than Christ and eat the Lord as the Living Word!

Artículo de: truthquestions.org.uk (preguntasdelaverdad): ¿Por qué hay tantos problemas en el mundo? ¿Cuál es el verdadero problema?

¿Ustedes han leído el último artículo en TruthQuestions.org.uk intitulado ¿Por qué hay tantos problemas en el mundo? Especialmente en estos últimos tiempos en que están sucediendo tantas cosas, en todos los continentes, uno no puede evitar preguntarse: ¿Por qué? ¿Por qué tantas guerras, situaciones inestables, desastres naturales, etc? ¿Por qué hay tanta gente mala haciendo tantas cosas malas y al final se salen con la suya? Lean el artículo a continuación donde se responde a ¿Por qué hay tantos problemas en el mundo?….
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From (in English)TruthQuestions.org.uk 

Si sabemos que el Señor es el Único que puede llenarnos ¿por qué buscamos otras cosas para que nos llenen?

Esta es la excelente pregunta que nos hicieron la noche anterior en la reunión de hogar: ¿Por qué procuramos otras tantas cosas cuando sabemos perfectamente por la Biblia que sólo Dios nos puede satisfacer? ¿Por qué todavía corremos tras otras cosas e intentamos hallar satisfacción en ellas, en el mundo, los deportes, la tele, internet, entretenimientos, juegos, películas, etc, cuando hemos probado que el Señor es bueno y sólo Él satisface? Todos somos así, siendo creyentes, aunque disfrutamos al Señor, lo amamos y conocemos que Él es el Único que puede llenarnos y satisfacernos, aún tenemos otras cosas en las que tratamos de encontrar deleite. ¿Por qué? Yo creo que esta pregunta nos lleva a otras dos, que tanto creyentes como incrédulos se han hecho y le han hecho a otros:

¿Por qué colocó Dios DOS árboles en el jardín de Edén? ¿Por qué no puso solamente el árbol de la vida y le dijo al hombre que comiera de él?…

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Read this portion in English also via, If we know that the Lord is the only One who can fill uswhy do we look for other things to fill us?