La operación en nosotros de Cristo como el Espíritu

«El Señor, como el postrer Adán en la carne, llegó a ser el Espíritu vivificante (1Co 15:45) por medio de la muerte y la resurrección. Así como el Señor es la corporificación del Padre, el Espíritu es la realidad de Él”.

Como el Espíritu, y solo de este modo, el Señor puede realizar lo siguiente:

  • Infundirse en nosotros, Sus muchos hermanos, y fluir desde nosotros como ríos de agua viva, lo cual es necesario para que podamos prevalecer sobre el mundo, el enemigo, el pecado y la muerte (Jn 7:38-39). Este es un privilegio que no tiene ningún otro ser en este universo.
  • Entrar en nosotros como nuestro consolador y morar en nosotros. No importan las circunstancias en las que estemos (Jn 14:16-17).
  • Vivir en nosotros para que podamos nosotros vivir por Él y también con Él (Jn 14:19) a pesar de cualquier ataque externo or tribulación.
  • Permanecer en nosotros para que nosotros podamos permanecer en Él (Jn 14:20; 15:4-5) sin importar cuáles sean las circunstancias.
  • Venir con el Padre a nosotros y hacer morada con nosotros (Jn 14:23). No se me ocurre nada mejor.
  • Hacer que todo lo que Él es, la totalidad de lo que Él dice, todo aquello que se ha propuesto y todo cuanto tiene sea absolutamente real para nosotros (Jn 16:13-16).
  • Venir para reunirse con nosotros, Su iglesia, para anunciarnos el Nombre (la realidad) del Padre y alabar al Padre en nuestro medio (He 2:11-12).
  • Darnos vida, la vida divina (Zoé) abundantemente (Jn 10:10).
  • Enviarnos a cumplir Su comision Consigo mismo como vida, como suplir de vida y como nuestro todo, exactamente igual como el Padre lo envió a Él (v. 21), con todas las cualificaciones necesarias, la capacidad para representarlo y con la autoridad en la comunión de Su Cuerpo (v.23).

Solo a través de la operación de Dios, en Cristo, como el Espíritu vivificante en nosotros, podemos ser unánimes para guardar la unidad de la iglesia.

Referencia y lectura adicional:

  • Estudio-vida de Juan
  • El Espíritu todo-inclusivo
  • Cristo como Espíritu en las epistolas

Disponible en Living Stream Ministry

Cristo es la Palabra de vida: ¡Él nos dio a conocer el Dios misterioso y nos trajo la vida divina!

Esta semana estamos disfrutando uno de los puntos de la línea central de la Biblia, la Palabra de Dios, sin embargo, lo más interesante de esto es que la Palabra de Dios nos es “algo en sí mismo”, lo que es verdaderamente principal aquí es que Cristo ES la Palabra de Dios. Nosotros no venimos a la Palabra de Dios independientemente de Cristo. En realidad, nuestro propósito al venir a la Palabra no es ver o ganar algo aparte de Cristo, sino obtener a Cristo mismo. “En la economía de Dios Cristo es el centro, el Cuerpo es la línea y la Nueva Jerusalén es la meta“. Cristo es todo en la economía de Dios y para Dios, Cristo es el reemplazo universal de todo y todos. Además, la Palabra de Dios es para que crezcamos en vida para la edificación del Cuerpo. La Palabra de Dios es para la edificación del Cuerpo de Cristo: Somos regenerados, alimentados, transformados, nutridos e incluso glorificados por la Palabra de Dios para que lleguemos a ser materiales útiles para la edificación del Cuerpo de Cristo. La meta de la Palabra de Dios es preparar y producir la Nueva Jerusalén. Esta es la meta de la economía eterna de Dios. Esta es la Línea Central de la Revelación Divina – Cristo el centro, el Cuerpo la línea y la Nueva Jerusalén la meta… Leer artículo completo
 

¡Cuando recibimos la Palabra de Dios, Cristo como vida es la luz que brilla dentro de nosotros!

En el comienzo de todo, en la eternidad pasada, antes que el tiempo existiera, estaba la Palabra. “En el principio era la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios” (Jn 1:1). Cristo es la Palabra de Dios como la definición, la explicación y la expresión de Dios. La Palabra es Dios definido, explicado y expresado. Dios es misterioso (nadie lo había visto o conocido) pero Él fue explicado, mostrado, definido y expresado en Su Palabra, que es Cristo mismo. Alabamos al señor porque Dios ya no está escondido. ¡Podemos leer Su Palabra ejercitando nuestro espíritu y podemos ver a Dios expresado, definido, accesible y explicado en Su Palabra! ¡Como definición, expresión y explicación de Dios, la Palabra de Dios es eterna, existente en Sí misma y no tiene comienzo o final! Cristo como el segundo de la Trinidad es la Palabra de Dios, una Persona viviente. Él expresa a Dios, define a Dios y explica a Dios a nosotros. Cuando estaba en la tierra, Él como la Palabra fue tabernáculo entre nosotros (en el griego “tabernáculo” es un verbo en este versículo, no un sustantivo, por eso Él “tabernaculizó” estando entre nosotros) (Jn 1.14) lleno de gracia y de realidad. ¡Él no estaba separado de Dios, sino que, como la Palabra de Dios, Cristo era uno con Dios y lo expresó, lo definió y lo explicó de una manera completa y perfecta! ¡Qué maravilloso lo que Cristo como la Palabra de Dios es para nosotros! Además, tal como vemos en Jn 1:4En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Cristo como la Palabra de Dios está lleno de la vida divina. Él es la vida (Jn 11:2514:6) y Él vino para que nosotros tuviéramos vida y vida en abundancia (Jn 10:10). ¿Donde se encuentra esté Cristo hoy para que nosotros tengamos vida?…