Oración al Comienzo del Estudio-Vida de Génesis

Esta es la oración que da comienzo al Estudio-vida de Génesis:
«¡Alabado sea el Señor por la Biblia! ¡Alabado sea el Señor por la vida, la vida divina, la vida eterna, que contiene este libro! ¡Y alabado sea el Señor por habernos brindado la oportunidad de tener un estudio-vida de Su Palabra divina con una congregación tan grande! Si Dios quiere, a partir de hoy, 6 de abril del 1974, continuaremos este estudio-vida que nos llevará por toda la Biblia, libro tras libro, cada fin de semana. Que el Señor nos conceda Su bendita presencia y Su rica unción en todo nuestro estudio»
He regresado desde el mensaje 3 para emplear algún tiempo en esta oración inicial. Quizás suene raro a muchos el hecho de que he orado esta oración, pero lo he hecho y puedo decirles que he disfrutado al Señor, lo he experimentado en la Palabra, he visto, he sido alentado, instruido y corregido; mis conceptos cambiados y mis motivaciones internas en relación con el estudiar la Palabra cambiados también. He notado con gozo que ya no es curiosidad intelectual, sino anhelo del Señor quien es tan dulce y rico; y la revelación bíblica, más que mera narración de hechos, revelación de Cristo.
En la oración encontramos la Biblia, la vida divina, eterna, contenida en las Escrituras y en este libro en particular, y luego tenemos el estudio de la misma. Noten el orden. Para mí ha sido muy revelador. Este estudio-vida es una exposición rigurosamente escritural, pero no es academicista y teológica en principio, aunque también muestra la teología más elevada. El énfasis es el disfrute de la vida divina, Quien es el Señor en nuestro espíritu: disfrutable, divino, eterno, rico y quien es todo para nosotros, nuestra salavación, nuestra luz, nuestro camino, nuestro alimento y sustento… Toda la Verdad tiene que ver con nosotros. Si es algo fuera de nosotros, sencillamente es algo que no es bíblico y según el propósito divino. Hemos de ejercitar nuestro espíritu para contactar con el Señor siempre que nos acerquemos a la Palabra, pues la Palabra recogida y escrita es Espíritu y es vida. Hay quien no se siente muy cómodo con este énfasis, pero desde mi experiencia puedo decir que al ejercitar mi espíritu al acercarme a la Escritura, en cierto sentido ha hecho que la Palabra sea nueva para mí, pues es el Espíritu quien da vida, la letra para nada aprovecha.
Yo he estudiado la Biblia varias veces siguiendo varios métodos, propios y aprendidos y puedo testificar que el Estudio-vida da en el blanco en cuanto a conocer al Señor, quien es la Verdad y quien es vida que da vida. La Verdad no es el compendio de las cosas constatablemente verdaderas, sino una persona maravillosa. Las respuestas necesarias vienen espontáneamente en forma de revelación. Lo comparto y recomiendo, hermanos.
Notas personales del Estudio-Vida de Génesis,

Esquema General y Pensamiento Central de Génesis

Estoy disfrutando mucho el Estudio-Vida de Génesis, del conocido autor cristiano  Witness Lee. Está lleno de revelación y es revelador, porque es una palabra cuyo origen es la experiencia de la vida y el disfrute del Señor y no la explicación académica de la teología. He aprendido que el esquema general del libro de Génesis es «Dios creó, Satanás corrompió, el hombre cayó y Jehová prometió salvar», un esquema que se completa con la promesa de la salvación, que es real, concreta y práctica para nosotros hoy. El esquema general del libro, así como su contenido, está gobernado por un pensamiento central, que es «Cristo es la esperanza y la salvación del hombre caído, y Dios hará que el hombre caído cumpla Su propósito por medio de Cristo». Nos encontramos, desde este primer mensaje del estudio-vida, con la escritura como el aliento de Dios, porque toda la Escritura como el aliento de Dios, significa efectivamente «Toda la Escritura», incluyendo Génesis. El Cristo eterno y preexistente, quien es el Logos divino, la Palabra viviente, habló palabras que son Espíritu y son vida y hemos de acercarnos a la Escritura ejercitando nuestro espíritu, siguiendo el principio de tomar el árbol de la vida y no el del conocimiento para que también sea vida para nosotros y no conocimiento vacío, es decir vida y no muerte.
Este libro, que es el primero que aparece en las Sagradas Escrituras, es un libro que más que un mero relato de la creación y la narración de la vida de algunos hombres notables, es una presentación de la vida divina y de cómo estos hombres vivieron con Dios para el cumplimiento de Su propósito, mediante Cristo como la esperanza y la salvación del hombre caído. Tenemos que abrirnos al Señor al enfrentar la lectura de este libro y permitir que el Señor nos ilumine y nuestro concepto sea cambiado.
Notas personales del Estudio-Vida de Génesis.

Dios, la Serpiente, el Hombre y Jehová

Cuánta luz se obtiene al leer este Estudio-Vida de Génesis. Verdaderamente somos redargüidos a cada paso. Muchos veíamos en Génesis sólo un relato de la creación y una narración de acento histórico. No obstante, hay más que eso, ¡aleluya!, mucho más. Está la vida divina que se nos muestra en este libro «del principio».
El esquema general de Génesis es «Dios creó, satanás corrompió, el hombre cayó y Jehová prometió salvar».
El libro se divide en 3 secciones (Caps. 1-2; 3-11; 12-50), cada una comienza con un nombre: Dios, la serpiente y Jehová. Dios creó, la serpiente corrompió, y Jehová llamó. Dios creó los cielos para la tierra, la tierra para el hombre y el hombre para Dios. La serpiente (Satanás) se infiltró para corromper toda la crwación a través de la rebeldía. Sin embargo allí también vemos a Cristo como la esperanza del hombre caído. Ahora, Jehová llamó a Abraham para comenzar algo nuevo.
A partir del capítulo 3 vemos 8 biografías en 2 grupos de 4: Adán, Abel, Enoc y Noé, del linaje adámico, el linaje creado y Abraham, Isaac, Jacob y José, el linaje de Abraham, el linaje llamado. Todos los llamados, los que creemos en Jesucristo, somos hijos de Abraham (Ga 3: 7,29).
El pensamiento central del libro es «Cristo es la esperanza y la salvación del hombre caído, y Dios hará que el hombre caído cumpla Su propósito por medio de Cristo».
Cristo es la vida para los que El restauró desde la caída. Los 2 primeros capítulos, en realidad, y desde la comprensión apropiada, son una revelación de la vida. Las 8 biografías no hablan mucho de las obras de esos hombres. Más bien relatan su vida, su conducta y su andar con Dios. La Biblia nos dice poco de lo que hizo Adán, pero menciona cuánto vivió: 930 años. Lo único que dice Génesis acerca de Enoc es que caminó con Dios, y que finalmente fue arrebatado a la presencia de Dios. Noé hizo una obra, pero no conforme a sí mismo ni tampoco para sí mismo. Lo hizo todo conforme a la revelación de Dios y para cumplir el propósito de Dios. Usa las biografías de ocho personas para mostrar cómo El necesita una vida que cumpla Su propósito.
En este libro la última vida fue la de Jacob, aquel que finalmente fue llamado Israel, príncipe de Dios. Esta es la intención de Dios: obtener un Israel. Todos debemos ser llevados a la posición en la cual Dios pueda considerarnos Su Israel. Se trata enteramente de la vida. Por tanto, Génesis se centra en la vida, y esta vida es Cristo.
Notas del Estudio-Vida de Génesis, Witness Lee

Acerca de la Biblia

He comenzado a leer el Estudio-Vida de Génesis. Les comparto estos 5 puntos que me han impresionado de la introducción del mensaje 1. Yo por años enfaticé lo que decía o narraba la Biblia en lugar de lo que realmente es. Cuánta bendición ejercitar nuestro espíritu al tomar la Palabra, para experimentar apropiadamente al Señor de la Palabra y ser genuinamente nutridos y constituidos.
1) EL ALIENTO DE DIOS.
La Escritura es más que el pensamiento de Dios y las palabras de Dios, es el aliento mismo de Dios (2 Ti 3:16), exhalado desde el mismo ser de Dios, contiene el elemento mismo de Dios y ha sido puesto por escrito.
2) EL ESPÍRITU Y LA VIDA.
Las palabras que el Señor pronuncia son Espíritu y son vida (Jn 6:63), así que la Biblia, como Palabra de Dios, es espíritu y vida. Tenemos dos asuntos que nos presenta la Palabra: El Espíritu es Dios (Jn 4:24)y la vida es Cristo (Jn 14:6). La Biblia no es Dios mismo, sin embargo, lo dicho en la Biblia es Espíritu y el Espíritu es Dios mismo, el Señor, quien es vida para nosotros.
Al contactar la Palabra, contactamos a Dios y recibimos vida si estamos en la posición correcta y completamente abiertos. Hemos de llegar a la Palabra con todo nuestro ser (un corazón buscador, una mente clara y sobria, y un espíritu abierto). Podemos tocar a Dios, cada vez, con nuestro espíritu y algo del elemento divino, revelado y comunicado en Su Palabra será trasmitido en nuestro espíritu. Es más que leer con los ojos, entender con la mente y buscar de corazón; Si ejercitamos todo nuestro ser así, además recibiremos revelación. Debemos recibir la palabra de Dios con toda oración y petición (Ef 6:17-18), ejercitando nuestro espíritu para tener contacto con el Señor por medio de la oración hecha con la lectura de la Palabra divina.
3) LA REVELACIÓN PRINCIPAL Y PUNTO CENTRAL DE LA BIBLIA.
La Biblia es un libro de vida, la revelación de Cristo como vida. Ésta es el punto central de la Biblia y su principal revelación. El Señor dice: «Soy la vida» y «He venido para que tengáis vida». Esta vida es la persona misma de Cristo Jesús, una persona divina y viviente, quien es nuestra porción.
Al abrir la Palabra hemos de comprender que entramos en contacto con Cristo como nuestra vida. No debemos repetir el error de los judíos que escudriñaban en las escrituras para encontrar vida en ellas sin el Señor Jesús (Jn 5:39-40) ni acercarnos a la Biblia sin tocar al Señor, más bien siempre dirigirnos a Él para recibir la Palabra viviente.
Después de creado el hombre fue delante de dos árboles: el de la vida y el del conocimiento. Si hubiera tomado del primero, hubiera recibido la vida divina, la vida de Dios, representada por ese árbol, pero tomó del otro, que representaba otra fuente que no era Dios, sino Satanás. Esto resultó en muerte.
Al venir a la Biblia encontramos el mismo principio. Podemos tomarla como libro de vida, usando nuestro espíritu al orar al Señor para recibirle como nuestra vida mediante Su Palabra o sólo considerarla un libro de conocimientos, acercándonos con nuestra mente, buscando conocimiento en la letra. Esto nos trae muerte (2 Co 3:6).
4) OTRAS FUNCIONES DE LA BIBLIA.
Tiene sabiduría para hacernos salvos (2 Tim 3:15). Produce fruto como semilla, es decir, por medio de lo contenido en la Biblia podemos volver a nacer, ser regenerados (1 P 1:23). Sus palabras son alimento para crecer en el Señor (1 P 2:2; Mt 4:4) y hemos de comerla (Jer 15:16), ingiriéndola al ejercitar nuestro espíritu al leer y nos da la mejor enseñanza para perfeccionar al hombre de Dios (Ro 15:4; 2Tim 3:16).
5) EL ANTIGUO TESTAMENTO.
Es principalmente una predicción de Cristo: anuncia con palabras sencillas, sombras, tipos y muchas figuras al Cristo que vendría; fue escrita toda en torno al Señor (Lc 24:27, 44). Podemos dividirlo en tres secciones principales: Moisés (que representa la ley), los profetas y los salmos. El Señor afirmó que cada sección contiene algo acerca de Él y dan testimonio de Él (Jn 5:39; Heb 10:7). Por consiguiente, el Antiguo Testamento es principalmente un relato que profetiza acerca de Cristo como el todo para el pueblo de Dios).

Algo había Cambiado

Cuando yo estaba en el instituto no tenía problemas existenciales. Era parte del medio y así estaba bien. Las fiestas, el deporte, el reconocimiento académico con el gusto por el estudio, las expectativas universitarias, la popularidad y mi estupenda familia bastaban. Estaba satisfecho con todo y aunque también había insatisfacciones, eran puntuales y superables. Al graduarme acudí voluntariamente a una reunión del evangelio donde después de escuchar sobre Dios, el hombre, la necesidad que el hombre tiene de Dios, Cristo, la salvación, la oración y el mundo, creí y recibí a Cristo como mi Salvación, mi Señor y mi Salvador. Luego me fui a la universidad.
En esa etapa no perseveré en el camino del Señor. De hecho ni siquiera  sabía qué había ocurrido exactamente durante aquella oración mía, en aquella reunión del evangelio algunos años atrás. Casi había olvidado el hecho mismo. En esa época, pensaba que aquella oración personal a Cristo, llamándole Señor, pidiéndole que me perdonara mis pecados y entrara en mí, había sido un evento aislado sin importancia ni trascendencia, con valor sólo de recuerdo y anecdótico.
Durante algunos años después del suceso me vi involucrado en divertimentos y entretenimientos, estudios, vida disipada, presiones escolares, curiosidad bibliográfica, actividades mundanas varias, aspiraciones académicas y laborales, varios sueños y ambiciones. Yo había edificado mi vida sobre tres pilares: Mi familia, una relación de pareja estable, y mis logros académicos que me permitían un buen desempeño laboral.
Todo pareció ir bien por un tiempo, sin embargo, no podía desconocer que había algo bajo la superficie que no estaba tan bien. Todos pensaban que mi vida era buena, y lo era, así que ¿qué estaba pasando? Mi familia, aunque muy buena, cariñosa y gran apoyo para mí, comenzó a no parecerme suficiente; mi relación desapareció de pronto sin esperarlo; y mis conocimientos y habilidades no me servían para encontrar soluciones y respuestas. Quedar con los amigos ya no era tan divertido (2Co 6:14). Todo era aburrido; todo se había secado; todo era trivial, un sinsentido y vacío. Ya nada tenía el frescor de antes. Me hallaba sin anhelos.
No sabía entonces que antes de recibir al Señor, era sólo yo; después de recibir al Señor, era el Señor en mí (1Co 3:16; Ga 2:20). Lo que era suficiente para mí, para Cristo no lo era. Lo que para mí era bueno, no lo era para el Señor. Antes, mis emociones, vivencias y experiencias sólo dependían de mí y mi entorno; luego ya no era así, pues ya yo era uno con Cristo (1Co 6:17) aunque temporalmente lo desconocía. Algo había cambiado en mí aunque nadie alrededor lo sabía.

Los raros, escogidos por gracia

 
Allá por Octubre de 1997 mi clase de 45 estudiantes y yo estábamos a sólo 8 meses de graduarnos de nuestra licenciatura en Educación e Inglés, después de 4 años completos. Teníamos clases, tutorías, largas noches de estudio e investigación, procesamiento de datos, ejercicios, proyectos, revisión de referencias y citas, horarios apretados, diagramas, tablas, estadísticas varias y mucho café.
 
La universidad era un hervidero de actividad política, científica, cultural, académica y administrativa. Nosotros también nos sentíamos así. Si se nos miraba en aquella época podría pensarse que eso era todo lo que estaba ocurriendo allí, sin embargo, esa era solamente la actividad de la superficie. De hecho, algo escondido pasaba. Ciertas operaciones no visibles al ojo humano se llevaban a cabo. No eran cosas evidentes ni ruidosas. A continuación algún contexto rápido:
Dentro de esta algarabía opinionada, hormonal, fiestera y competitiva que éramos había un par de estudiantes que «parecían funcionar con un combustible diferente». En primer año eran solo dos. Acostumbraban ir juntos. No parecían muy entusiasmados con nuestras promesas de alcohol y felicidad. Yo pensé: –Bueno, raros hay en todas partes.
 
Al año siguiente «los raros» ya eran cuatro y la alegría desbocada y promiscua no parecía ser lo suyo. –¿Cómo era aquello posible?– Seguía elucubrando yo. Un año más pasó y noté que ya eran seis los del comportamiento sospechoso, cinco estudiantes y un miembro muy respetado de la facultad. Un día finalmente, hacía finales del tercer año, reuní valor para acercarme. Quizás la curiosidad venció a mi orgullo y descendí desde mis alturas de suficiencia, aparentando que aquello no era muy importante y con displicencia programada pregunté qué era lo que pasaba con ellos, porque era claro que algo se traían entre manos. A mí no me engañaban.
 
Entonces uno de ellos con amabilidad y mirándome directamente a los ojos me dijo: “He creído en el Señor Jesús… ahora soy salvo (Hechos 16:31). –¿Quieres que te cuente cómo fue que pasó? (2 Timoteo 1:8)». Fue uno de esos momentos en los que 5 minutos parecen una hora. Su afirmación era tan infantil pero tan convincente. ¿Cómo se atrevía a esgrimir un argumento como ese dentro de una universidad y a finales del siglo XX? ¿Es que ya no estábamos todos de acuerdo que esos cuentos eran cosas de abuelas? ¿Es que no se había enterado de Nietzsche, Russell y Lenin? ¿Dónde había estado todo este tiempo? Además, ¿qué era eso de salvo? Yo sabía mucho de religión y nunca había oído esa palabra. Me inquieté y no supe gestionar mis emociones, lo que me hizo sentir incómodo. Solo atiné a decir con ingenuidad: –Cuéntame.
 
Primero debo decir que en el grupo de estudiantes estábamos divididos en nuestra percepción respecto a «estos raros». Estaban los «respetuosos» cuyo mayor orgullo era decir que ellos toleraban a todos «sin juzgar». Luego estaban los alejados. A estos todo les daba igual. Cuando estaban sobrios empleaban su tiempo para preparar algún examen y no tenía espacio para nada más. Por otro lado estaban los militantes políticos, que eran como una manada de perros rabiosos y finalmente los que eran como yo, que los despreciaban desde las alturas y los llamaba tontos (2P 3:3).
 
Lo que pasaba era que el Señor estaba produciendo un remanente (Ro 11:5) entre aquellos que creían y eran salvos. Él estaba cuidando bien de estos chicos en aquel medio hostil. Hoy puedo ver que el evangelio estaba siendo predicado y muchos estaban orando por nosotros, aunque no éramos conscientes de eso. Yo fui salvo en esa época.

La Causa y el Propósito de la Rebelión de Satanás

En el mensaje 2 del estudio-Vida de Génesis por Witness Lee no hay una presentación del tema desde la teología sistemática, sino desde la perspectiva de disfrute que tiene el creyente de Cristo. El tema de la rebelión de Satanás no es objetivo y ajeno a nosotros. Hemos de comprender las consecuencias para la creación de esa rebelión. Como todos los mensajes, éste está profundamente arraigado en las Escrituras, por tanto es una presentación de las mismas muy fiel y exhaustiva, enfatizando, no sólo el que aprendamos algo con nuestra mente, sino (y principalmente) que tengamos revelación y seamos edificados. Es una palabra de revelación para que el Señor y Su propósito nos sean revelados.
He aprendido que Satanás no fue creado por Dios en maldad (Ez 28:15) y además (Satanás) tenía un lugar privilegiado en la creación. Él era el querubín ungido de Dios; el más cercano de Dios. Tenía el reinado y el sacerdocio, la misma posición que los redimidos de Dios tendremos para siempre (Ap. 5:9-10; 20:4-6). Dios nos ha escogido como Sus sacerdotes y reyes, para que asumamos la posición y el oficio que tenía Satanás, lo avergoncemos y glorifiquemos a Dios.
Satanás se rebeló contra Dios por el orgullo de su corazón (Ez 28:12, 17). Era «el sello de la perfección»; contempló su belleza y resplandor y se corrompió.
Poner los ojos en lo que Dios ha hecho por nosotros y olvidarnos de Dios mismo siempre nos incita a enorgullecernos. El apóstol nunca permitía que un “recién convertido” fuese puesto como anciano de la iglesia, “no sea que cegado por el orgullo, caiga en la condenación del diablo” (1 Ti. 3:6) y aún él mismo era consciente del peligro respecto a sí mismo (2 Co. 12:7). El diablo puede usar las virtudes, cualidades naturales y los dones espirituales para volvernos orgullosos. Satanás se exaltó, pero el Señor Jesús “se humilló a Sí mismo” (Fil. 2:8). Por tanto, el Señor venció a Satanás, y éste no tenía nada en Él (Jn. 14:30).
El propósito de la rebelión de Satanás era ser igual a Dios. Cinco veces Satanás se refiere a sí mismo en el momento de la rebelión. “[Yo] subiré … levantaré mi trono … en el monte del testimonio me sentaré … sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Is 14:13-14).
La causa de todas las rebeliones en la Biblia es la ambición de una posición: Babel (Gn. 11:4), Datán, Abiram y los doscientos cincuenta príncipes israelitas (Nm. 16:1-3) y la de Absalón (2 S. 15:10-12). Su causa fue la maligna ambición de obtener una posición. Sin embargo, el Señor Jesús “se despojó a Sí mismo, tomando forma de esclavo … por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Fil. 2:7, 9).
Notas personales del Estudio-Vida de Génesis, mensaje 2

Lo Revelado en la Creación y Su Motivo, Propósito,Base, Medio y Proceso

Cuán rico es Dios que se revela en Su creación, basada en Su propia voluntad y beneplácito, hecha por medio de Cristo como Su Hijo y Su Palabra. Esto amplía mi visión. Aleluya. He orado y disfrutado al Señor en Génesis por primera vez. Antes me parecía un libro descomunal y solemne, pero seco. Mediante este estudio algunos velos, definitivamente han caído, y he obtenido luz.
Cuando Dios crea todo, y finalmente al hombre, a Su imagen y conforme a Su semejanza, revela Su deseo y beneplácito (Ef 1:5,9) y manifiesta Su propósito en la eternidad (Gn 1:1; 3:3), en dos aspectos: 1- Glorificar a Su Hijo (Col 1:15-19), pues en Romanos 5:14 vemos que Adán prefiguraba a Cristo y manifestarse a Sí mismo (Dios) a través de la misma creación. Dios es manifestado en el hombre, particularmente por medio de Cristo Su Hijo. Cristo es la corporificación de Dios (Col. 2:9). Cuando Cristo es glorificado en el hombre en medio de la creación, Dios también es manifestado. Si leemos la Biblia con atención, veremos que los cielos existen por causa de la tierra y ésta existe para el hombre y el hombre para Dios Dios (Zac 12:1). Creó al hombre como entidad corporativa para que lo contuviera a El, lo expresara y lo glorificara.
La base de la creación es la voluntad y el plan de Dios (Ef. 1:10). Todo fue creado conforme a Su voluntad (Ap 4:11) y a partir de Su voluntad formuló un plan dentro del cual creó.
De igual manera Dios creó todo mediante Cristo como Su Hijo (Col. 1:15-16; He. 1:2b) y Su Palabra (He. 11:3; Jn. 1:1-3) y en cierto sentido, en Cristo. Cristo es el eje que sostiene todas las cosas (Heb 1:3; Col 1:17) para Su gloria, para Su Cuerpo. Estamos sostenidos sobre este universo. Además, los cielos y todas sus huestes y ángeles fueron creados primero. La tierra, probablemente con algunos seres vivos, fue creada en segundo lugar (Job 38:4-7).
«En el principio» (Gn 1:1; Jn 1:1) se emplea de dos maneras. «El principio» del evangelio es anterior, en la eternidad, sin comienzo, mientras que en Génesis es el principio del tiempo. En el principio de la creación, «Dios» está en plural y el verbo «creó» en singular, lo cual es muy interesante. A mí por mucho tiempo me intranquilizó esta aparente discordancia. Aqui se nos muestra muy claramente que Dios es uno pero a la vez es tres, ambas cosas al mismo tiempo y sin excluirse mutuamente. Aqui tenemos el génesis de la revelación de la Trinidad. En el v.26 Él se llama a sí mismo «nosotros» (en sujeto omitido).
Génesis 1 y 2 usa tres verbos distintos acerca de la creación y la restauración: crear (traer algo a la existencia, de la nada), hacer (algo que ya existe para producir algo distinto) y formar. Dios no creó la luz el primer día, ni la tierra en el tercero, porque la luz ya existía y la tierra estaba sepultada bajo las aguas. En el primer día Dios no creó, mandó. En cuanto al tercer verbo mencionado: Formar (un cuerpo físico al hombre). La obra de creación de Dios se encuentra en el v.1 y Su obra de restauración empieza en el v.3.
Por último, he visto más claramente que la creación demuestra la existencia de Dios y declara Su gloria (Sal. 19:1-2) y la última frase del mensaje realmente me impresionó: «Aunque el poder divino y la Deidad son invisibles, el hombre puede entenderlos mediante las cosas hechas. El hombre puede entender y no tiene excusa (Ro. 1:20). Considere la creación; ¿cómo podría uno decir que Dios no existe?».
Notas personales del Estudio-Vida de Génesis, mensaje 1.

Dios, la Serpiente, el Hombre y Jehová

Cuánta luz se obtiene al leer este Estudio-Vida de Génesis. Verdaderamente somos redargüidos a cada paso. Si oramos mientras leemos y estamos en la presencia del Señor, diremos amén. Muchos veíamos en Génesis sólo un relato de la creación y una narración de acento histórico. No obstante, hay más, aleluya, mucho más. Está la vida divina que se nos muestra en este libro «del principio».
El esquema general de Génesis es «Dios creó, satanás corrompió, el hombre cayó y Jehová prometió salvar».
El libro se divide en 3 secciones (Caps. 1-2; 3-11; 12-50), cada una comienza con un nombre: Dios, la serpiente y Jehová. Dios creó, la serpiente corrompió, y Jehová llamó. Dios creó los cielos para la tierra, la tierra para el hombre y el hombre para Dios. La serpiente (Satanás) se infiltró para corromper toda la crwación a través de la rebeldía. Sin embargo allí también vemos a Cristo como la esperanza del hombre caído. Ahora, Jehová llamó a Abraham para comenzar algo nuevo.
A partir del capítulo 3 vemos 8 biografías en 2 grupos de 4: Adán, Abel, Enoc y Noé, del linaje adámico, el linaje creado y Abraham, Isaac, Jacob y José, el linaje de Abraham, el linaje llamado. Todos los llamados, los que creemos en Jesucristo, somos hijos de Abraham (Ga 3: 7,29).
El pensamiento central del libro es «Cristo es la esperanza y la salvación del hombre caído, y Dios hará que el hombre caído cumpla Su propósito por medio de Cristo». Cristo es la vida para los que El restauró desde la caída. Los 2 primeros capítulos, en realidad, y desde la comprensión apropiada, son una revelación de la vida. Las 8 biografías no hablan mucho de las obras de esos hombres. Más bien relatan su vida, su conducta y su andar con Dios. La Biblia nos dice poco de lo que hizo Adán, pero menciona cuánto vivió: 930 años. Lo único que dice Génesis acerca de Enoc es que caminó con Dios, y que finalmente fue arrebatado a la presencia de Dios. Noé hizo una obra, pero no conforme a sí mismo ni tampoco para sí mismo. Lo hizo todo conforme a la revelación de Dios y para cumplir el propósito de Dios. Usa las biografías de ocho personas para mostrar cómo El necesita una vida que cumpla Su propósito.
En este libro la última vida fue la de Jacob, aquel que finalmente fue llamado Israel, príncipe de Dios. Esta es la intención de Dios: obtener un Israel. Todos debemos ser llevados a la posición en la cual Dios pueda considerarnos Su Israel. Se trata enteramente de la vida. Por tanto, Génesis se centra en la vida, y esta vida es Cristo.
 
Ref:

¡Nuestra transgresión más nuestro arrepentimiento junto al perdón de Dios trae como resultado algo para la edificación!

E Isaí engendró a David, el rey. Y David engendró a Salomón de la que había sido mujer de Urías.
Y yo disfruté la primera parte de la nota 3 de este versículo. En la palabra “Salomón”,
cuando David cometió asesinato y adulterio, él fue reprendido por el profeta Natán, a quien Dios envió específicamente para condenarlo (2Sam 12:1-12). Al ser condenado, David se arrepiente. En el Salmo 51 se recoge su arrepentimiento. Luego Dios lo perdona (2Sam 12:13). Entonces engendró a Salomón (2Sam 12:24). Por lo tanto, Salomón es el resultado de la transgresión del hombre, con su arrepentimiento además del perdón de Dios…

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Read this portion in English also via, our transgression plus our repentance joining God’s forgiveness issues in something for the building
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Estamos llegando a ser la casa de Su Gloria al recibir Su impartición diaria en Su Palabra

¡Qué maravilloso – Dios está glorificado en Su iglesia, y la iglesia es la casa de Su gloria! ¡Al estar en nosotros como el Espíritu y la palabra, Cristo es nuestra gloria, nuestra verdadera belleza y esplendor! ¡Cuando entramos en la Palabra de Dios, según dice Ef 5:26-27, estamos siendo purificados, limpiados y lavados para llegar a ser gloriosos! ¡La Palabra de Dios es una Palabra glorificadora – que elimina las manchas y las arrugas – para que nosotros, como la iglesia, seamos santos y sin defecto! ¡Mientras más permanezcamos abiertos al Señor para que Él se imparta de manera continua en nosotros – más será Cristo vida y todo para nosotros por Su impartir a/en nosotros – entonces más gloriosos, embellecidos y lozanos seremos! En realidad Cristo se convierte en nuestra gloria y nuestra belleza – nuestra gloria y nuestra belleza son exactamente Él viviendo en nosotros. Al tener en nuestro interior a Cristo como vida, nosotros somos la gloria de Dios y Su belleza – ¡Dios llega a ser nuestra gloria para que nosotros lleguemos a ser la gloria de Dios! ¡De esta manera, Dios y Su pueblo escogido son glorificados mutuamente!…
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Read this portion in English also via, we are becoming the house of His beauty by receiving His daily dispensing in His Word

Dios el Padre glorificado en el Hijo; Cristo el Hijo glorificado en la iglesia

¡Qué maravilloso! ¡La oración del Señor en Juan 17es que Dios sea glorificado en el Hijo y el Hijo sea glorificado en la iglesia – mediante la unicidad de la iglesia en el Dios Triuno! Primero, Dios fue glorificado en Cristo en Su resurrección – el elemento divino de Cristo, Su vida divina, fue liberada desde dentro de Su humanidad e impartida a Sus muchos creyentes (Jn 12:23-24) y todo Su ser (incluyendo Su humanidad) fue introducida en la gloria (Lc 24:26). ¡En la resurrección de Cristo, el elemento divino de Dios fue expresado y Dios fue glorificado! Sin embargo ¡hoy Dios es glorificado en el Hijo y a través del Hijo POR la iglesia! ¡Cuando la iglesia sea regenerada, santificada, crucificada y plenamente unida a Cristo en gloria, entonces el Hijo de Dios será expresado y manifestado! ¡Siempre que Dios sea expresado mediante Su Hijo o mediante Su iglesia, ESO ES GLORIA! El Señor inició Su oración de Juan 17 en el versículo 1 donde dice: Glorifica a Tu Hijo, para que Tu Hijo Te glorifique a Ti. En cierto sentido Pablo continuó o expandió esta oración de una manera práctica en Ef 3:21
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Read this portion in English also viatoday God the Father is glorified in the Son and Christ the Son is glorified in the church

El significado verdadero del ayuno es dejar de comer de todo excepto a Cristo y comer al Señor como la Palabra Viviente

¿Qué significa ayunar? Desde luego, existe un significado exterior, real y tangible para AYUNAR, que es no comer durante un espacio de tiempo, privarse de ingerir alimentos e incluso bebida. Es bueno ayunar de vez en cuando, cuando nos lo recuerda el Señor –darlo a Él, y cuando Él nos habla, hacerlo por amor a Él y en consagración,¡ayunar para el Señor y delante del Señor! Sin embargo, hay un significado más profundo para el término “ayunar”, que tiene que ver con algo interior, aunque también con lo exterior. El significado verdadero para AYUNAR, según la revelación completa de la Biblia, es ¡no comer nada que no sea el Señor Jesús y no probar nada fuera de Él! ¡Todos necesitamos ayunar – dejar de comer todo lo que sea ajeno a Cristo y solamente comer a Jesús como el pan de vida en Su Palabra! ¡Ante Dios es inicuo obrar para Él sin venir a Él y disfrutarlo, comerlo, tocarlo y recibirlo! ¡Dios no desea que el hombre HAGA cosas para Él, sino que vengamos a Él y lo disfrutemos, lo comamos, lo recibamos y lo toquemos!…
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Como hijos de Dios estamos bajo la disciplina de Dios – mensaje de audio #37 en AgeTurners.com

¿Han escuchado el mensaje 37 del sitio web AgeTurners.com? El título es La disciplina de Dios. El tema de introducción es: ¿Cómo sabemos que somos hijos de Dios auténticos? Lo sabemos pues tenemos un Padre que no sólo nos ama sino que también nos disciplina como Sus hijos (Heb 12:7). En este mensaje veremos la razón tras la disciplina de Dios y aprenderemos qué hacer cuando estemos bajo disciplina. A continuación dos pequeñas porciones del disfrute de este mensaje (…)  [pueden escucharlo online (en inglés) en este enlace: The Discipline of God, mp3].
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¡PRIMERAMENTE necesitamos disfrutar al Señor y descansar en Él, entonces podremos trabajar juntamente con Dios!

¡Hay un gran principio espiritual en la Biblia y en nuestra vida Cristiana diaria que está basado en el hecho de que Dios creó al hombre no para que LABORASE para Él sino para que el hombre estuviera satisfecho con Dios y descansara en Dios! El primer día del hombre en la tierra después de ser creado fue el día de reposo de Dios. ¡El hombre simplemente entró en el descanso de Dios y disfrutó a Dios en Su descanso! ¡Esto claramente nos muestra que aunque Dios creó al hombre a Su imagen y conforme a Su semejanza y quiere que el hombre lo exprese y lo represente, lo primero queDios quiere que el hombre haga es disfrutarlo a Él, descansar en Él y estar satisfecho con Él! Esto es una señal (un pacto eterno entre Dios y Su pueblo), primeramente hemos de descansar en Dios y disfrutar a Dios, y luego podremos trabajar para Él….
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Read this sharing in English also viaWe FIRST need to enjoy the Lord and rest in Him, and THEN we can work together with God!

Artículo de: truthquestions.org.uk (preguntasdelaverdad): ¿Por qué hay tantos problemas en el mundo? ¿Cuál es el verdadero problema?

¿Ustedes han leído el último artículo en TruthQuestions.org.uk intitulado ¿Por qué hay tantos problemas en el mundo? Especialmente en estos últimos tiempos en que están sucediendo tantas cosas, en todos los continentes, uno no puede evitar preguntarse: ¿Por qué? ¿Por qué tantas guerras, situaciones inestables, desastres naturales, etc? ¿Por qué hay tanta gente mala haciendo tantas cosas malas y al final se salen con la suya? Lean el artículo a continuación donde se responde a ¿Por qué hay tantos problemas en el mundo?….
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From (in English)TruthQuestions.org.uk 

Si sabemos que el Señor es el Único que puede llenarnos ¿por qué buscamos otras cosas para que nos llenen?

Esta es la excelente pregunta que nos hicieron la noche anterior en la reunión de hogar: ¿Por qué procuramos otras tantas cosas cuando sabemos perfectamente por la Biblia que sólo Dios nos puede satisfacer? ¿Por qué todavía corremos tras otras cosas e intentamos hallar satisfacción en ellas, en el mundo, los deportes, la tele, internet, entretenimientos, juegos, películas, etc, cuando hemos probado que el Señor es bueno y sólo Él satisface? Todos somos así, siendo creyentes, aunque disfrutamos al Señor, lo amamos y conocemos que Él es el Único que puede llenarnos y satisfacernos, aún tenemos otras cosas en las que tratamos de encontrar deleite. ¿Por qué? Yo creo que esta pregunta nos lleva a otras dos, que tanto creyentes como incrédulos se han hecho y le han hecho a otros:

¿Por qué colocó Dios DOS árboles en el jardín de Edén? ¿Por qué no puso solamente el árbol de la vida y le dijo al hombre que comiera de él?…

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¡Dios dio a Cristo como luz para las naciones para que Él pudiera ser la salvación de Dios para todo el mundo!

Dios puso a Cristo como luz para las naciones, para que todas ellas pudieran recibir la salvación de Dios (Is 49:6). Cuando vino el Señor Jesús, hubo una gran luz en la tierra de Israel. Esta luz llegó a ser la vida que regenera al hombre. Por una parte, Jn 1:4 dice: En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres, y por otra, podemos ver claramente en Génesis 1 que la luz vino y ésta produjo toda forma de vida. Podemos preguntarnos: ¿Qué fue primero, la vida o la luz? Especialmente en nuestro primer contacto con el Señor, cuando somos pecadores, lo primero que viene es la luz. Dios brilla en nosotros y somos expuestos en esa luz tal cual somos. Cuando se nos predica el evangelio, el Señor brilla en nosotros (2Co 4:4-6). Entonces, cuando aceptamos y recibimos esa luz, el resultado es que obtenemos vida y esta vida nos regenera. Esta es la luz de vida, pues produce vida, es vivificante. ¡Cuando viene a nosotros genera vida en nuestro interior!…
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Hablamos según 1 Corintios 2:13

Es muy importante el que podamos hablar. Ninguna otra criatura en la tierra es capaz de hacerlo. Antes de la creación sólo Dios tenía la capacidad de hablar. Hablar es un asunto de Dios. Ahora, alguien podría replicar: “Algunos animales hablan”. Sin embargo, esto no es así. Poder imitar no es hablar. El Dios Triuno habla; los ángeles hablan; el hombre habla, pero no los animales. Hemos sido creados por Dios a Su imagen. Él habla, así que nosotros hablamos. Nosotros podemos usar palabras naturales para describir, definir y nombrar cosas de nuestro medio natural, pero según 1Co 2:13 hablamos en palabras enseñadas por el Espíritu, que son palabras de un tipo diferente.
“Hablamos” pudiera parecer bastante obvio, pero yo estuve orando con esa palabra y hay tanta luz en ella. Me gustaría hacerles tres preguntas:

¿Vosotros sabíais que tenemos palabras que no son las que obtenemos por sabiduría humana, cultura o del medio que nos rodea?
¿Vosotros sabías que otro tipo de palabras son necesarias, y no sólo eso, sino vitales para los que han nacido de nuevo del Espíritu?
¿Vosotros sabías que el Espíritu nos enseña, que podemos interpretar lo espiritual SOLAMENTE con palabras espirituales?

Pues SÍ, seguro. ¡Cuánto necesitamos tener luz sobre este asunto! Es maravilloso que…
“Dios es un Dios que habla. Él creó el universo y continúa haciéndolo todo por medio de Su hablar. Por lo tanto, todos los que han sido salvos y poseen Su vida deben aprender a hablar por Él y a hablar Su Palabra.”

¡Gracias, Señor, porque Tú hablas! ¡Muchas gracias porque nosotros podemos hablar tus palabras! ¡Sigue adiestrándonos para que hablemos por Ti! ¡Queremos expresarnos de manera que te expresemos a Ti!

[Disfrutado hoy en La Palabra santa para el avivamiento matutino intitulado “Hablar la Palabra de Dios”, semana 1, según el libro “Speaking for God”; Living Stream Ministry]

El Evangelio de Dios (sem 2). Cristo es la Simiente Triple en la Humanidad

La simiente de la mujer, María, se refiere al Cristo encarnado que llegó a ser hombre perfecto, para vencer a Satanás, el pecado y la muerte, efectuando la redención jurídica. En resurrección llegó a ser el Espíritu vivificante para hacernos hijos de Dios orgánicamente.

Hiere la cabeza de la serpiente en nosotros, mediante la aplicación de la sangre del Cordero, el hablar la palabra de nuestro testimonio y menospreciar la vida de nuestra alma hasta la muerte (Ro 8:2; Ap 12:10-11; Hch 1:8). Así nos salva de manera completa y nos convierte en la simiente corporativa de la mujer para introducir la manifestación del reino de Dios (Ap 12:5).
Esta simiente corporativa incluye al Señor Jesús como cabeza, centro, realidad, vida y naturaleza del hijo varón, la parte fuerte de la mujer. El Señor, como principal vencedor, es la cabeza, centro, realidad, vida y naturaleza de los vencedores. En la cruz, el Señor destruyó al diablo (He 2:14) y deshizo sus obras (1Jn 3:8) y fue sembrado en nosotros como semilla (Mt 13). Esa simiente vencedora en nosotros nos hace vencedores, al ser fortalecidos diariamente en nuestro espíritu para experimentar las riquezas de Cristo y ser vestidos de Cristo como la armadura de Dios, recibiendo la Palabra con toda oración.

La simiente de Abraham, el patriarca del pueblo escogido se refiere al Cristo resucitado, quien es el Espíritu vivificante (1Co 15:45) e intensificado, es decir, el Dios Triuno consumado.

Este Cristo es el descendiente transfigurado de Abraham, quien es el Dios Triuno consumado (Ap 1:4, 4:5, 5:6), para impartirse en los creyentes de Cristo como la bendición suprema, quien es la la realidad de Cristo (Ga 3:14; Jn 14:17-20). De este modo, llegamos a ser la simiente corporativa de Abraham, aquellos que puedan recibir y heredar el Espíritu consumado.
La bendición de Abraham, físicamente, fue la buena tierra (Gn 12:7; 13:15;17:8), la cual tipifica a Cristo. Hoy Cristo es, espiritualmente, nuestra buena tierra: Dios mismo, corporificado en Cristo y hecho real a nosotros como el Espíritu para nuestro disfrute. Hemos de tomarlo y experimentarlo como nuestro todo. Podemos recibirle diariamente teniendo oídos para lo que el espíritu dice a las iglesias (Ap 2:7) y siendo uno con Cristo, amándolo hasta lo sumo y tomándole como nuestra consagración absoluta, permitiéndole abrir nuestros ojos para servir a Dios en nuestro espíritu en el evangelio de Su Hijo.

La simiente de David, el fundador del reino de Israel se refiere igualmente al Cristo resucitado, que se imparte en Sus miembros para introducir el reino, que ellos lleguen a reinar en vida y participen del reino a fin de ser victoriosos con miras al señorío de Dios. El Señor de David en Su divinidad (la Raíz de David), se encarnó y llegó a ser el hijo de David, en Su humanidad, e Hijo Unigénito de Dios. En Su muerte, Él nos reconcilia con Dios y en Su resurrección llega a ser el Hijo primogénito de Dios que nos salva en Su vida, de manera orgánica, con miras a la expresión de Dios. Llegamos a ser la imagen corporativa de Dios. Esta salvación completa se experimenta en el Cuerpo para la edificación de las iglesias locales que serán consumadas como la Nueva Jerusalén.

Estudio de Cristalización del Evangelio de Dios.

El Evangelio de Dios (sem 1). El total de las verdades divinas, el cumplimiento del AT y la proclamación del Señor según la revelación del misterio

Ef 1:13; Col 1:5; 1Tim 2:4, 7; 2Co 4:3; Lc 24:27, 44-46; Gn 3:15,21; Mr 1:1; Ro 10:4, 16:25-27; Mt 17:5; Col 2:2.
No debemos separar el evangelio de la Verdad. Básicamente, predicar el evangelio no es hablar de cosas, sino de que Dios desea habitar en todas las personas y regenerarlas, para que lleguen a ser miembros vivientes de Cristo, llegando así a constituir la iglesia.

Muchos tienden a pensar que a veces predicamos la Verdad y otras veces el evangelio. Predicar el evangelio consiste en hablar, presentar la Verdad, habiéndola experimentado. Hemos de conocer la Verdad. La poca propagación actual del evangelio se debe a nuestro escaso conocimiento de la Verdad.

Hemos de predicar un evangelio elevado y no frívolo. Los 4 puntos cruciales de la Biblia son: 1) La creación de Dios; 2) La caída del hombre; 3) La encarnación de Dios y 4) Su impartición.

Hemos de hacer de esto nuestro evangelio general. Sólo esto podrá impactar y llenar. Necesitamos ser diligentes para orar y estudiar la Palabra. Nuestra comisión llega a la totalidad de la Verdad.
El evangelio de Dios es el cumplimiento del Antiguo Testamento y hemos de ser iluminados con respecto a la revelación presentada en él.
De igual manera el evangelio es la proclamación de Jesucristo según la revelación del misterio. Solamente el evangelio puro, el Cristo viviente y la revelación del evangelio de Dios pueden confirmarnos y guardarnos en unidad para la vida de iglesia. Este misterio consta principalmente de 2 aspectos:

A. El misterio de Dios (Col 2:2), que es Cristo:

Cristo está en los creyentes (Col 1:26-27) como la vida de ellos y como el todo de ellos, para que sean miembros vitales (vivientes y funcionales) de Su Cuerpo y

B. el misterio de Cristo (Ef 3:4-6), que es la iglesia, como Su Cuerpo:

La iglesia ha de expresar la plenitud de Cristo (Ef 1:22-23). Así que, Cristo y la iglesia son el gran misterio (Ef 5:32).

Veamos los siguientes cuatro asuntos:

Según Romanos:

1- Nosotros los creyentes hemos sido bautizados en Cristo (6:3);

2- Cristo ha sido forjado en nosotros los ccreyentes (8:10);

3- Nosotros los creyentes nos hemos vestido del Señor Jesucristo (13:14)

4- Nosotros los ccreyentes somos edificados juntos en un solo Cuerpo (12:4-5) para expresar a Cristo.

Esta es la máxima consumación del evangelio completo de Dios: Satanás aplastado bajo los pies de los santos (Ro 16:20), la gracia de Cristo impartida a todos ellos (v.20) y la gloria es y será para Dios por la eternidad (v.27). Este misterio ha sido dado a conocer a los gentiles para la obediencia de la fe.

APUNTES COMPLEMENTARIOS:
1.El evangelio es el cumplimiento de la promesa de la simiente de la mujer que destruye la serpiente y la simiente de Abraham que trae como bendición al Espíritu… como nuestra suprema bendición, de las profecías y de los tipos, (ej de tipos: las túnicas de pieles para Adán y Eva, el sacrificio de Abel, el cordero pascual, el maná)…
Después de las promesas está la custodia de la ley. Durante esta custodia (temporal), Dios nos dio profecías para confirmar estas promesas.
Cuando vino la simiente única (Cristo), tal custodia termina. La ley, positivamente fue una custodia; negativamente fue esclavitud. Al efectuarse el cumplimiento, la función termina.
2.Nosotros los cristianos somos confirmados según el evangelio puro y completo de Dios, que incluye la enseñanza acerca de Cristo, el Cuerpo y las iglesias locales.

Disfrute de la PSAM Estudio de Cristalización del Evangelio de Dios, semana 1.
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